Luarqués se inauguró allá por el año 1966 y debe su nombre a la comarca asturiana de Luarca. Quieren resaltar estos apuntes dos aspectos fundamentales del restaurante: que tiene solera y que se come de lujo.
¿Cómo si no podría seguir un establecimiento de estas características dando servicio medio siglo después de servir su primera comanda? La receta es muy sencilla: los dueños están al frente del negocio, atendiendo a los comensales, y sirven una excelente cocina asturiana, tradicional, aliñada con un toque de modernidad. De manera que en la carta aparecen –como no podía ser de otro modo- las fabes (16 €); las verdinas con langostinos, rape y almejas (16,50 €) o el cachopo de solomillo con jamón y setas (20,50 €) combinados con platos como las –deliciosas- cebollas rellenas de atún y tomate (12,50 €); el pisto con huevo frito (9,50 €) o su sorprendente cachopo, ¿otro?, sí, pero éste de merluza rellena con langostinos y queso (20,50 €).
Nuestra visita a Luarqués coincidió con esta ola de calor que nos trae por la calle de la amargura, así que propusimos a José, uno de los socios, que nos guiara en la degustación con platos no demasiado contundentes… y así lo hizo.
Nos ofreció como entrantes sus anchoas del Cantábrico, asturianas para ser precisos, (16 €); el tomate de la huerta con bonito escabechado artesanal (12,50 €) y las croquetas caseras -en este caso de jamón, pero las hay de queso de cabrales y bacalao- (8,50 €). Todo estaba exquisito, lo que es más sencillo cuando se elabora con materia prima de gran calidad, como es el caso.
A continuación nos sirvieron las cebollas rellenas y unas judías verdes con jamón (10 €). Ya metidos en faena, después llegaron los platos contundentes: el morcillo estofado luarqués (17,50 €) y el solomillo de cebón (22,50 €). Lo cierto es que en este tipo de restaurantes como el Luarqués -en el que los platos no se adornan con parafernalias intrascendentes sino que es el producto lo que prima- en donde se aprecia la calidad de la cocina y donde se disfruta de buenas viandas.
Después de semejante degustación, poco espacio quedaba en el estómago para los postres, así que José nos propuso un tocino de cielo (4,95 €) que comparte carta con el tradicional arroz con leche asturiano (4,40 €); el flan de la casa al limón con Pedro Ximénez (4,95 €); el membrillo de la abuela con queso fresco y miel (5,50 €) o con las tartas caseras (5,25 €) adjetivo redundante ya que todos los postres de Luarqués son artesanos y están elaborados por su propio repostero…
A lo aractivo de su cocina, Luarqués añade dos atractivas opciones: sus salones reservados (perfectos para alejarse de miradas indiscretas -es fácil encontrarse con políticos ya que la sede del Congreso está muy cerca-) y sus veladas con música en directo con las que, en ocasiones, homenajean a sus comensales…
LUARQUÉS
Dirección: Calle Ventura de la Vega, 16
Teléfono: 914 296 174
Reservas: info@restauranteelluarques.com
www.restauranteelluarques.com