Se trata de una de las nuevas medidas que se implantarán para combatir la violencia de género y las agresiones contra las mujeres y menores que viajen en autobuses nocturnos en la Comunidad de Madrid.
Esta prueba piloto empieza en autobuses interurbanos nocturnos de la Comunidad, con el objetivo de ofrecer más seguridad a las mujeres y los menores en sus trayectos de vuelta a casa. Exactamente entra desde esta semana en funcionamiento en las líneas que conectan Atocha o Moncloa en Madrid con localidades como Fuenlabrada, Leganés, Parla, Las Rozas y Valdemoro: la N401 (Pinto-Valdemoro), la N802 (Leganés, Vereda de los Estudiantes), N803 (Fuenlabrada, Barrio del Naranjo), la N804 (Fuenlabrada), la N806 (Parla) y la línea N903 (Las Rozas-Monte Rozas). En 2019 estas seis líneas de buses fueron utilizadas por más de medio millón de pasarejos.
Con la opción de solicitar estas paradas a demanda, la viajera podrá indicarle al conductor la parada antes de llegar a su destino donde se va a querer bajar. La parada deberá ser siempre en tramo urbano, evitando un cruce o una bifurcación, y la salida del bus se realizará por la puerta delantera.
Si en los próximos meses este proyecto piloto tiene éxito, el Ayuntamiento de Madrid estudiará habilitar el mismo procedimiento en los autobuses nocturnos de la capital, así como otros municipios de la región.