La Comunidad de Madrid declara Bien de Interés Cultural (BIC) un cuadro atribuido a Alonso Cano, que representa a María Magdalena en el desierto, y que recientemente ha sido incorporado por el Estado para su colección del Museo del Prado.
El lienzo, que se encuentra en buen estado de conservación, es un óleo de 104 por 205 centímetros y representa a María Magdalena retirada a orar en una gruta, símbolo de su renuncia al mundo. El gobierno regional «resalta la gran belleza, intuición compositiva y excepcional tratamiento pictórico» de la obra. Los colores usados por el pintor han sido predominantemente tonos ocres por lo que presenta un cromatismo austero. Además, se ha llevado a cabo un tratamiento de la luz que potencia la obra, lo que contribuye a crear el efecto de misterio con los tonos oscuros de la gruta y el rostro en la penumbra, en contraste con los juegos de luz en los mechones del cabello o el azul del manto.
Según la nota de prensa, se cree que esta obra del pintor Alonso Cano pudo pertenecer a su última etapa granadina a partir de 1652, cuando contaba con la influencia madrileña, patente en la gama cromática empleada y en los pliegues del manto. Además de este lienzo, Alonso Cano tiene otra obra similar pero con el personaje de San Jerónimo, que desde 2013 también ha sido incorporada al catálogo del artista.