Dice la escritora Laura Riñón Sirera que todas las vidas pueden ser noveladas, quizá por eso no dudó cuando tuvo la oportunidad de dar vida al escenario de uno de sus libros, Amapolas en octubre, para convertirlo en una librería de referencia de Madrid. Ubicada a medio camino entre la Plaza de Chueca y el Barrio de las Salesas, la calle Pelayo es una de las más atractivas de la capital, donde se puede adquirir una obra de arte en la galería de arte Échale Guindas, comprar cerámica de La Oficial, probar la cocina japonesa del restaurante Sr Ito, o los panes de la Madalena de Proust, delante -cómo no- de Amapolas en octubre, la librería que se ha convertido en uno de los lugares de peregrinaje para los amantes de los libros, y en el que la selección de títulos combina a la perfección con la cuidada decoración del espacio.
Amapolas en octubre, no solo una librería
Fue concebida por la escritora como un hogar, un lugar de encuentro para los lectores y escritores. De hecho, es habitual encontrarse con un rostro conocido del mundo de la cultura dejándose aconsejar por las libreras o asistir a una inesperada firma de libros en una tarde cualquiera.
Referente también en redes sociales
Amapolas en octubre se ha posicionado como una de las más populares en las redes sociales, en las que ya cuentan con miles de seguidores virtuales, gracias a las recomendaciones literarias que sus libreras comparten casi a diario o a los textos publicados que versan sobre los nombres propios de la literatura o meras reflexiones sobre la vida cotidiana. Amapolas en octubre nació en la ficción para convertirse en uno de los escenarios de la vida de todo aquel que quiera formar parte de él. Es difícil pasear por la calle Pelayo y no pararse frente al cristal para dejarse escoger por uno de los libros del escaparate o a leer la cita de un autor en el folio de la máquina de escribir, una de las protagonistas de la novela. Y es que cada detalle, tanto dentro como fuera de la librería, tiene un significado o una razón para estar donde está, y todo aquel que haya leído el libro, se ilusiona al descubrirse dentro y sentirse que, quizá, ellos también sean parte de la novela.
